Me estoy quedando mudo en medio de tu sordera






sábado, 4 de febrero de 2017

La Deuda Histórica


Me encontré con esta sorpresa en la web: 
"Chile tiene una DEUDA HISTÓRICA con Bolivia"
 La comparto con ustedes para continuar con la reflexión. 
La opinión sigue intacta.
Entrevista en Copiapó para el Programa Letras Prohibidas. 


https://www.youtube.com/watch?v=BC_qN94j2vw


Jaime Antonio Guzmán


domingo, 3 de julio de 2016

miércoles, 29 de junio de 2016

¡Viva Chile, mierda!


(En la Foto: Jaime Antonio Guzmán con el Maestro Patricio Manns en la Feria del Libro de Viña del Mar)


¡Viva Chile, mierda!

Parte I

¡Viva Chile, mierda! -gritó el guachaca-
Mientras empinaba el codo marejando su pipeño
Mientras tintaba de manchas
La solapa del paletó aterciopelado
Y ni se le inmutaba por digno el dedo meñique
Que ni por negras sus uñas intentó inmutarse
Como un astil en guerra
Y se alzaba a instintos de champagne, el bigoteado.

¡Viva Chile, mierda! -insistió-
Como si la palabra “viva” o la palabra “mierda”
Se conjugaran para él como un paréntesis
Y ya nada importara más que bajar el vaso
Para levantar el codo y tragarse el grito
En un sólo sorbo de nostálgico patriotismo.

¡Viva Chile, mierda!
Exclamaba la sentencia dieciochera
A insensatez de un Chile condenado
A permanecer anclado a beneplácito
En medio de la vida y en medio de la mierda
Casi como un presagio celebrado
Que lo mantiene convicto
Mientras todos los demás celebran su independencia.

¡Viva Chile, mierda! -por penúltima vez-
El picante republicano dispuso su astucia
Golpeando la mesa con el vaso en su macho final
Como dictando el veredicto
De una sentencia que lo ha perseguido, al menos
por doscientos años de libertad condicional.



Jaime Antonio Guzmán




martes, 7 de junio de 2016

Volver...


Estimados amigos y amigas:

Luego de una prolongada ausencia, he decidido volver a escribir en este blog y qué mejor que comenzar con la publicación de esta mítica frase estampada en un muro latinoamericano por el Movimiento Libertador José de San Martín.





Porque aprendí a mirarte a la cara, erguido, aun cuando la perversión de tu mirada ni se inmute ni se coarte frente a los muchos cuerpos que todavía resisten sangrantes frente a tu casa.

Ahí estaré... con ellos.


Jaime Antonio Guzmán




sábado, 12 de septiembre de 2015

Mi último mensaje de FACEBOOK


He decidido cerrar mi FACEBOOK por algún tiempo y quiero compartir con ustedes mi último mensaje publicado el día 12 de Septiembre a las 21:05.





Estimad@s: Me alejaré por un rato de Facebook. En realidad me alejaré por un rato de varias cosas. Después del jolgorio y el circo que trae Septiembre, esperaré que su resaca haga el obvio trabajo que ninguna manifestación, desigualdad o muerte ha podido hacerles por siglos. El lunes 21, cuando la pobreza siga aumentando y sus sueldos bajando, cuando sus hijos continúen con esta bendita educación clasista y cara, cuando la corrupción nos siga metiendo el dedo en el trasero, cuando los delincuentes continúen en las calles, cuando las mujeres sigan muriendo en mano de sus parejas, la pasta base matando a nuestros jóvenes en las poblaciones, los niños y las niñas permanezcan vulnerados, los violadores de Derechos Humanos impunes y los acuerdos de silencio se vayan nuevamente en la muerte natural de sus asesinos, espero que el flameo de sus pañuelos pueda darse una vuelta más, bien zapateá, a ver si se gritan otro "¡Viva Chile, mierda!" y sienten (en el ideario de las casualidades) algún remordimiento por esta Patria que divide, que confronta y que nos vicia. Sé, por conocimiento básico, que el 18 de Septiembre de 1810 selló el destino fatal del Pueblo Mapuche y de todos los Pueblos Originarios de lo que hoy conocemos como Chile. Por mi parte, nada que celebrar.


Jaime Antonio Guzmán




martes, 8 de septiembre de 2015

De la Vergüenza Nacional al Compromiso Moral





En una democracia, el ejercicio de la verdad y la justicia son tan necesarias para un país, como la vida lo es para las personas. 

A raíz de las declaraciones de los ex conscriptos Fernando Guzmán y Pedro Franco, la justicia chilena puede asegurar hoy lo que todo Chile sabía y que el Estado tan mezquinamente intentó obviar: "existen políticas de encubrimiento tácitas en miembros de las Fuerzas Armadas en crímenes y atropellos a los Derechos Humanos durante la dictadura militar".

En el Caso Quemados no existen sólo autores, también cómplices y encubridores que mantienen con las víctimas y sus familias una DEUDA MORAL. Chile entero tiene una deuda moral con los Derechos Humanos y casos como el homicidio de Rodrigo Rojas y el homicidio frustrado contra Carmen Gloria Quintana deben ponerse a disposición de la verdad para que la justicia cumpla, definitivamente, su rol reparador.

Jaime Antonio Guzmán



viernes, 23 de enero de 2015

Del Libro "Poetas en la Ciudad", Editorial Caballo Verde, 2009.-





Venid a mí, amigos del lodo

Venid a mí, amigos del lodo
que una vez tan sólo
una vez intentaron bañarme
pero a mi fiel resistencia
nadie osó un esfuerzo más.

Venid a mí, amigos del hambre
porque su lucha tendrá que esperar
un par de años más
quizá tres o cuatro o cinco
hasta que nuestros hijos nazcan
crezcan, se reproduzcan y mueran
comiendo tortas
y asistiendo todas las noches al mismo circo.

Venid a mí, amigos del alba
que de noche no dormiré
esperando que los reyes acampen de mi lado
de este lado de la noche
porque sólo bajo esta oscuridad esperaré
que sus manos también se arañen
con las uñas de mi descontento.

Jaime Antonio Guzmán



lunes, 24 de noviembre de 2014

Si vas para Chile, te ruego que pases...




Si vas para Chile, te ruego que pases...

Si vas para Chile, te ruego que pases
Por donde vivió Mateo de Toro y Zambrano
Bernardo O’Higgins, Arturo Prat y el León de Tarapacá
Augusto Pinochet Ugarte, Jaime Guzmán Errázuriz
El Chino Ríos, Cecilia Boloco
Teresita Astaburuaga, Mary Rose Macgill
Jacqueline Van Riselbergue y Lowrence Golborne
Y me recuerdes por un momento
Que el llanto de mi abuela rugía un marichiweo.


Jaime Antonio Guzmán



domingo, 17 de agosto de 2014






Diatriba para Astaroth

Primera Parte


No suspires a baza, Astaroth del humedal
Que el moho de tu desquicio me oxida la intención
       Y he tardado tanto
                En la recolección de estos destrozos 
       En mi natura descomposición
                Aun hirviendo
                        Que no perderé mil años más otra de tus siestas.

Soy como el árbol de Carampangue, digo:
Y no le temo a mi propia sangre por guacho de nacimiento.

Y cómo no correr aunque sangrante
Con tus hachas aun cayendo de mi espalda bífida
       Porque penquista me sabías (sureño perturbo)
                Me sabías, me sabías, me decías
       Una presa pavorosa y volátil
                Con la que gritabas la sanación de tus sentencias
                        Sobre las súplicas de estas llagas que no te 
                        absolverán jamás.  
                                              
Mientras Brecht me siga gritando en la exhalación de tu letargo:  
Ahora es cuando empiezo.



Jaime Antonio Guzmán


domingo, 20 de julio de 2014

¡Todos Somos PALESTINA!



Con la frase "Para que la Poesía tiña de Paz lo que el Estado Terrorista de Israel ha bañado con Sangre", Jaime Antonio Guzmán inicia su intervención poética en apoyo al Pueblo Palestino, en manifestación realizada el sábado 19 de Julio de 2014.




Los Poetas Jaime Antonio Guzmán y Tatyana Cumsille, declamando en el frontis de la Embajada de Estados Unidos tras participar de la Marcha "Todos Somos Palestina" en rechazo a las matanzas injustas acontecidas en la Franja de Gaza.





Mi Ciudad Está Triste

El día en que conocimos la muerte y
la traición,
se hizo atrás la marea,
las ventanas del cielo se cerraron,
y la ciudad contuvo sus alientos.

El día del repliegue de las olas,
el día en que la pasión abominable se
destapó el rostro,
se redujo a cenizas la esperanza,
y se asfixió mi triste ciudad
al tragarse la pena.

Sin ecos y sin rastros,
los niños, las canciones, se perdieron
desnuda, con los pies ensangrentados,
la tristeza se arrastra por mi ciudad.

Un silencio plantado como monte,
oscuro como la noche.
Un terrible silencio que transporta
el peso de la muerte y la derrota.

¡Ay, mi triste ciudad enmudecida!
¿Pueden así quemarse los frutos y las
mieses, en tiempo de cosecha?
¡Doloroso final del recorrido!

Fadwa Tuqan, Poeta Palestina




¡Por Palestina, Por la Paz!


"Para que nunca más una madre palestina tenga que sufrir la muerte injusta de un hijo palestino"







jueves, 17 de julio de 2014

No puedo pensarte, Concepción, no puedo





No puedo pensarte, Concepción, no puedo

No puedo pensarte, Concepción, no puedo
No puedo poder que de saberte en mi debilidad
Te desconozco
                Te niego
                               Te subordino a mi olvido
                                               Te olvido.

Te intento,
Pero en mi ensayo no logro saber que sé que busco
Mientras me incapacita esta costumbre tuya de ser futuro
Que me pierdo en un pasado embestido
Tan lleno de omisiones como el mío propio
Que me callan en tu pensarme.

No puedo encontrarte, Concepción, que te me arrancas
Entre mi Paicaví
que se me pierden
En tu autopista
tu Mega Tienda
tus happy hours
Y en esta manía mía de acosarte
Sólo en mi suposición ignorancia que ni mestiza
Resiste concluir dónde fue que nos perdimos. 


Jaime Antonio Guzmán


 

viernes, 21 de marzo de 2014




¡Viva Chile, mierda!

Parte II

¡Que viva el Bicentenario de mi Patria!
¡Que viva mi tierra que bisiesta no comparto!
¡Que viva O’Higgins y sus niñitos patriotas
en la premura de sus biliares asesinatos!

¡Que vivan los muertos de la libertad
junto a Carrera y mi destierro!
¡Que vivan las ganas de esta soledad!
¡Que vivan los Simpsons y el dios Homero!

¡Que vivan los bipolares en su teatro,
en la tragicomedia de sus historias bicolores
en las bisagras añejas que sustentan sus atrios
cuando aun los dictadores reciban sus honores!

¡Que vivan los sueños bidimensionales del Chile unido,
Y los bis que no le llevan en mis estrofas!
¡Que vivan los Quincheros y el folk burgués!
¡Que viva mi hermana que por china se la mofan!

¡Que vivan mis anhelos de mendigo ambidiestro!
…Mientras Gabriela se pasee en un billete
y los piececitos de niño se azulosen en su reggaetón
y el Pueblo Mapuche ose faltar a este carrete…

¡Que viva el bismuto en su peso cristalino!
¡Que vivan los bicornes en su bizantina tregua!
¡Que se guarden mis bisílabas en tus binóculos
Para que trates de centrar tu biombo nacionalista en este binomio! 

¡Que viva el Bicentenario de mi Patria!
¡Que viva yo en mi bienal poca cosa!
¡Que vivan los bisexuales, sus bisnietos y mis bizarros!
Cuando al copihue ya lo han extinto por una rosa.

¡Que viva todo lo bi que existe en mi Patria!
¡Que viva el Bicentenario en su Bicentenario!
Y después de la fiesta cuando todos estén muertos
¡Que viva yo sentado en mi puesto!



Jaime Antonio Guzmán



viernes, 7 de febrero de 2014

A Santiago de Chile





A Santiago de Chile

Me perderé en tu ciudad, Santiago
Me perderé y no me encontrarás
Porque me camuflaré con los pasteros del veintitrés
En el coimeo de los feriantes de San Gregorio
En medio de los lanzazos y las vendettas
Y no me encontrarás
Porque ya no te seré necesario.

Me perderé en San Camilo sin ninguna vergüenza
Vestido como un travesti
a las dos de la mañana
Fumando marihuana con las putas y los cabros chicos
Para dormir después del cansancio
Debajo de unos cartones por General Jofré.

Me perderé y no me encontrarás
Porque no descubrirás mi cara
Que para entonces estará irritada
a mordiscos y chupones
¡Molida a palos!
Irreconocible entre sus tajos
Después de que una banda neonazi sanmiguelina
Decida que soy escoria
Y me abandonen en El Llano
Creyendo que estoy muerto.

Me perderé en la Línea Tres del Metro
En algún lugar de la Alameda sin álamos
Me perderé y no me escucharás
Porque los bocinazos y los motores comiéndose
Tus calles en luces rojas
No te dejarán escuchar este llanto inútil.

Me perderé por Pajaritos sin nada en los bolsillos
Seguido por tres o cuatro choros de Recoleta.

Machetearé con un flaite por Providencia
Me arrancaré a Puente Alto para patear quiltros
Y luego de que me hayan expulsado
De La Dehesa por vago
Me esconderé en La Piojera
Para sentirme un rato en casa
                un rato
Y meditar esta escapada en tu indiferencia.

Me perderé en ti, Santiago
Me perderé tan pronto me estafen en la EGIS
O se termine por una de tus partes
Este perverso contrato a Honorarios.

Me perderé, Santiago, me perderé
Y no me buscarás en el Patio 29
Ni en las orillas del Forestal a media noche
Ni en La Legua Emergencia
Ni en la Posta Central
                de mis esperas interminables
Porque me perderé apenas pueda
En la hilerilla asfaltera 
De las muchas huellas que te han dejado
Mis ciento noventa y nueve desertores
Predecesores de este discurso
A los que espero encontrar
Por ahí, alguna vez
            tal vez,
En esta fuga que algún día te corresponderá.


Jaime Antonio Guzmán


 

viernes, 27 de diciembre de 2013

Con paso firme se pasea hoy la Injusticia...





LOA A LA DIALECTICA

Con paso firme se pasea hoy la injusticia
Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más.
La violencia garantiza: "Todo seguirá igual".
No se oye otra voz que la de los dominadores,
y en el mercado grita la explotación: "Ahora es cuando empiezo".
Y entre los oprimidos, muchos dicen ahora:
"Jamás se logrará lo que queremos".
Quien aún esté vivo no diga "jamás".
Lo firme no es firme.
Todo no seguirá igual.
Cuando hayan hablado los que dominan,
hablarán los dominados.

¿Quién puede atreverse a decir "jamás"?
¿De quién depende que siga la opresión? De nosotros.
¿De quién que se acabe? De nosotros también.
¡Que se levante aquel que está abatido!
¡Aquel que está perdido, que combata!
¿Quién podrá contener al que conoce su condición?
Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana
y el jamás se convierte en hoy mismo.


 (Bertolt Brecht)


lunes, 9 de diciembre de 2013

En el Festival Derechos Humanos para Todo@s


Los Poetas también se hicieron presentes 
en el Festival Derechos Humanos para Todo@s
organizado por Comisión Chilena de Derechos Humanos


Jaime Antonio Guzmán declamando 
"Quiero hacerle el amor a una Facha" 
y "Viva Chile, Mierda. Parte 1"


Gran momento en el Parque O'Higgins el 7 de Diciembre de 2013. También hubo espacio para la Poesía... Espero les guste. Aunque salir después de "Villa Cariño" y antes de "Chinoy" nos puso a todos con los nervios de punta... Pero bien, sacando la cara por los Poetas Chilenos. 

Sigan los link:

http://www.youtube.com/watch?v=hJD1HTXalDo&feature=youtu.be

http://www.youtube.com/watch?v=SGziHr_zAL4


Jaime Antonio Guzmán


martes, 26 de noviembre de 2013

¡Mar para Bolivia!

(En la Foto: Cónsul de Bolivia en Chile, Freddy Bersatti y Jaime Antonio Guzmán entregando el Libro de su autoría "Versos y Adversos del Corazón a la Consciencia" con un trabajo poético dedicado a Bolivia. Mayo 2011)

Chile: El País de las Deudas Históricas
(o entre Olvidos y Omisiones)

Por Jaime Antonio Guzmán


Que la historia se empeñe en ser olvidada para volverse, de cuando en cuando, una voraz bola de nieve que nos choca directamente en la cara, no es asunto de azares ni eventualidades. Esta acción paradigmática, la del olvido por el olvido, en nuestro país se ha convertido a través de la historia en un recurso bastamente utilizado y mucho más frecuente en su pacto de lo que podríamos, simplistamente a través de esta reflexión, considerar. En Chile, esta dinámica de los olvidos y de la omisión se ha transformado en un problema social crónico, de pedagogía nacional, de condicionante mental generalizada, tan común que hasta la propia rutina de los golpes históricos, de las tragedias nacionales, los desastres naturales y de los accidentes políticos y sociales que nos vuelven a sacudir como burlándose de la pasividad de nuestra amnesia, últimamente con demasía frecuencia, se han convertido en una actitud natural en su resistencia no comparativa, anclada en nuestra peculiar forma de ver las cosas, de hacer, justificada desde la institucionalidad, sometiendo en su estilo, inevitablemente, al alma de la familia chilena.

Olvidar u omitir se ha transformado en una necesidad de contención natural para los chilenos, una acción casi terapéutica, una anteojera para potros que nos ha permitido a hombres y mujeres sobrevivir a aquello que sabemos o suponemos, no se resolverá. De ahí la trascendencia de la omisión o del olvido, porque en su irresolución, el uso de uno o de otro recurso, del olvido o la omisión, se nos vuelve una necesidad vital.

Los atropellos a los Derechos Humanos y las Desapariciones ocurridas en el Régimen Militar que hasta el día de hoy permanecen impunes, forman sólo la primera línea de una larga lista de omisiones y olvidos que, consensuados o inconcientes, se han transformado en una actitud nacional constante. La aceptación de los genocidios étnicos acontecidos desde la Conquista, el desconocimiento a la pertenencia de tierras mapuche en la Araucanía, los costos sociales de la municipalización de la Salud, las deudas previsionales de los profesores, la desventaja laboral tras la figura de las Boletas de Honorarios, las personas en situación de calle y el lucro en la Educación, vienen en sumarse a esta lista perversa de inadvertencias. Es, precisamente, este juego de omisiones y olvidos, que no perdona pero que obvia, como un by pass gástrico, las atrocidades que nuestro propio Chile ha hecho con su gente. Olvidamos descaradamente. Omitimos sin ningún prejuicio. Nos resulta más fácil la subconciencia (o la inconciencia intencionada) frente a los traumas severos que la ocupación de los errores. Tal ha sido el uso de esta actitud, que sin darnos cuenta, como una condicionante operativa naturalizada, la ocupamos tanto como caminar, comer o dormir.

Pero, si Chile no se reconoce en sus errores, mientras exacerba sus aciertos, ni estima las deudas históricas que mantiene consigo mismo, con su gente ¿Cómo podría, entonces, asumir otras deudas, con otros pueblos? La complejidad de las omisiones y de los olvidos aquí, adquiere ribetes de presuntuosa calamidad. Bolivia es un país hermano, que tras la Guerra del Pacífico vio cómo se validó la reducción brusca de su territorio en pro de las nuevas fronteras de un Chile que los limitó y los alejó, sin misericordia ni contemplaciones, de un bien natural tan sentido y vital, como las aguas del Pacífico. Esto, considerando también la riqueza natural que el propio norte concentra en su extensión, no sólo en la consideración del espacio físico, de la tierra, sino en los recursos minerales, en flora y fauna que la enriquece y la convierte en esencia, en una pérdida vital irreparable. El Tratado de 1904 viene en ratificar la falta de tino de un país que se sabe vencedor, imponiendo condicionantes a un país vencido, que en vías de su ventaja lo obliga a permanecer sin ninguna posibilidad de goce y utilización de su ahora, ex mediterraneidad, con todo lo que política y económicamente ello significa. Chile asume este triunfo marítimo-terrestre como un tesoro irrenunciable, tratando esta franja nortina como si siempre hubiese estado a nuestro arbitrio, olvidando descaradamente que lo que hoy forma parte del territorio chileno alguna vez no lo fue y omitiendo los enormes costos políticos, económicos, sociales y culturales que todo esto ha significado para Bolivia. A los desmemoriados les recuerdo que Bolivia no sólo perdió mar, también tierra.

Así, como -desde la formalidad- Chile olvida u omite, desde el otro lado, desde la esencia de su pueblo, en ocasiones desde la clandestinidad, desde el submundo, desde lo informal, cada deuda impaga se ha ido transformando inevitablemente en el baluarte de ciertos hombres y ciertas mujeres que, sumidos por la sensatez del sentido de responsabilidad frente a las injusticias, sí la reconocen, sueñan en su reparación y se organizan para saldar, desde la impaciencia y la cordura, o desde la locura más irracional de la agitación por la justicia, las deudas.

Chile tiene una deuda histórica con el Pueblo Boliviano, tan sangrienta y voraz como las propias deudas internas en las que nos columpiamos cuan niños extasiados. Deuda que la barbarie intelectual chilena se ha empeñado en disfrazar de legítima usurpación y legal adquisición de terrenos que objetivamente, nunca fueron nuestros. Valga la pena enunciar cómo la cultura boliviana fue borrada de nuestros libros de historia y no tratada como parte del aprendizaje fundado de los chilenos en las décadas de los setentas y ochentas, salvo, aquellas percepciones que concluían, casi como un pasaje inevitable, sobre la Guerra del Pacífico.

La historia de ambos países está bañada con sangre y ningún chileno puede permanecer ajeno a esta realidad tan dolorosa para la historia de América Latina. Inevitablemente nos hemos convertido en herederos de un desastre internacional; adquirimos la amputación de un país hermano, coartado su desarrollo, apropiándonos de parte de su cultura, y pese a esto, el Estado prefiere omitir la existencia de esta cicatriz que no sana ni sanará, mientras Chile no reconozca su deuda con Bolivia.

Pero han existido notorios avances en esta materia, impensados hace diez años atrás. Desde el mundo político, ya se redacta en las conclusiones del V Congreso de la Democracia Cristiana la necesidad de debatir sobre una salida pacífica al mar. Por su parte, la ciudadanía lo impuso colectivamente en el Estadio Nacional tras una visita del Presidente Evo Morales a Chile, donde la incontrolable proclama: “¡Mar para Bolivia!”, incluso trascendió las fronteras de América.

Los artistas chilenos han dado otro paso importante, pues tras la elaboración del Manifiesto de Poetas Chilenos por la Integración de los Pueblos de Chile y Bolivia, promulgado en Abril de 2008 en el Primer Encuentro de Poetas por la Integración Chileno-Boliviana, el reconocimiento a esta deuda se hace evidente. Renace como un grito que se desgarra en las letras de más de cien poetas y artistas que en el mejor de los escenarios, exigieron intercambio cultural e integración, que desde este lado del mar, se alzó como una necesidad inmediata, más allá de los sueños y romanticismos que motiva y encanta. El pueblo chileno está hablando y el Estado no puede seguir omitiéndolo.

En el país de los olvidos, sus representantes no pueden seguir sufriendo Alzheimer. Sería no reconocer el círculo vicioso en el que a propia voluntad hemos cercado. Es necesario consentirse en una cura urgente, para que el Estado chileno comience a prestarle oído a las nuevas voces que exigen justicia y un tratamiento eficaz, desde lo formal, a las situaciones pendientes que pretenden relegarse. Es tiempo de escucharse, de mirarse a los ojos y comenzar a resentirse, a tocarnos sin miramientos, a debatir en aras del reencuentro, a reconocernos en nuestras propias limitaciones pero siempre, siempre del lado de la razón y el entendimiento. Bolivia no puede seguir sin una salida al mar. No se lo merece. Latinoamérica requiere de pueblos hermanos, no dañados y con miras a una integración real y efectiva. Los poetas chilenos, con este Manifiesto, han dado una muestra de madurez impresionante que tanto le hace falta a Chile impregnarse.

Para quienes consideran que el fenómeno generado tras la posibilidad de salida al mar para Bolivia desde el seno de la cultura chilena (y no desde la formalidad política como debería considerarse), es cuestión de mero romanticismo poético, les insto a realizar una proyección más fina y utilitarista de esta performance literaria que generó el Manifiesto, porque en resumidas cuentas la integración con Bolivia podría convertirse en una herramienta política concreta para la integración con Latinoamérica, pudiendo en ello establecer mecanismos de fortalecimiento espiritual y cultural que unan y sostengan el inicio de una relación formal entre Chile y los otros países del continente. Este simple acto de constricción, podría seguir abriendo no una sino varias otras puertas al fortalecimiento nacional interno, al de la integración entre chilenos, al mismo tiempo en que iría posicionando a Chile como una referencia internacional sólida, pues, las relaciones con Bolivia son un imperativo moral, pero también económico y político estratégico, que podría incluso ayudarnos a enfrentar problemas de manera conjunta, como el cambio climático y las crisis que lo sucederán. Bolivia y Chile podrían transformarse en aliados políticos valiosos para hacer frente a las complejas disparidades entre países e intereses internacionales, principalmente comerciales y de explotación de recursos naturales. Pese a esto, y no es que sea para no considerarlo, prefiero mantenerme en mi puesto, asumiendo mi responsabilidad como chileno, sosteniendo con ello que el arte y los artistas, esta vez, han dado muestras de sensatez, disponibilidad y claridad mental, simplemente, por pensarse unidos, sin esperar, más que la unión y la fraternidad, nada más a cambio.

Este afán, para algunos quijotesco y melancólico, que me obliga a escribir estas reflexiones, pretenden sensibilizar y transformarse en una herramienta concreta de concientización, porque quiero una Bolivia hermana, donde un día pueda encontrarme con mi amigo, el Poeta Boliviano Eduardo Nogales, y no me avergüence mi historia ni me pese la incomprensión de sentirme debiendo. Quiero sentarme a las orillas de un mar majestuoso, que en el tenor de la fraternidad, me sienta invitado por Nogales a beber un vino y disfrutar sus costas, como siempre debió haber sido.




Publicado en el Sitio Web Desarrollo y Participación
Santiago de Chile.-



jueves, 10 de octubre de 2013

Como la Rata Trepa




Como la rata trepa

Como la rata trepa
sus ligeros pasos por el plátano oriental
para parar nerviosa, de repente 
el coqueteo de su cola esquizofrénica
mientras intenta su estólida épica
por no arrojar la semilla
que entre sus dientes paranoica
acomoda, aprieta, babea
y sujeta tornadiza y estoica.

Así ha llegado a ti
enloquecido por los años
éste cansándose enfermo
que a saltitos como quemándose las patas
quiere decirte que te ama
mientras del baile de la copa al tronco
aun temblando incoherente
trate de convencerte.

Pero no quiere soltar de su boca
ese preciado oculto
por ahí asaltado, graciosamente sustraído
que ha escondido por el miedo
acomodándolo, apretándolo, babeándolo
sólo por el miedo a que tu miedo
decida desentenderse
y arrancar enardecida
como jugando nuevamente a las escondidas.


Jaime Antonio Guzmán





viernes, 16 de agosto de 2013

Jaime Antonio Guzmán. Del Libro "Ciudad Erótica". Editorial Dhiyo.





Mira, cómo te sorprendo

Mira, cómo te sorprendo
desnuda sobre el sillón del cura
cuando todos suponíamos que sensata tu fe
yacías sobre los pies del Cristo Redentor
besándole los clavos ensangrentados
                    besándole el dolor
o al menos besándote a ti misma tus bobinas
de presuntuosa abadía.

Pero no, porque no yacías desnuda ante la Santa Cruz
ni la sombra del calvario cubría tu espalda
empapada del aire reñido
o del vicio de la tensión por la falta de ventilación.

Porque morías de placer
                    maldito placer
mojada como una bendita perra de sacristía
mientras esa espalda
                    sureña espalda sudada
encorvada como rezando
se espantaba cuando mi entrada, así
irrumpía sobre la imagen sagrada de una mujer amando.

Pero no rezabas, mi hermana
sucumbías en cuclillas sobre la cadera del hombre
que sentado como un ídolo egipcio
en su era exodoidiana
no lamentó que subieras y bajaras
como una persignación 
por la bienaventurada gracia del nieto del hijo del Padre.

Pese a tu desnudes de novata adolescente
advertí que él no te miraba
como sintiéndote en un lejano recuerdo pre clerical 
a voluntad, a creciente voluntad
sin pretenderse al pecado
y saberse recordando simplemente dentro de ti.

Aun cuando su rancio potencial se estremeciera, creo
en la matriz de tu fortaleza
procuró dejarte llegar al cielo en su don
justo cuando su semen corroyó tu vientre
como Santo Grial Penquista, supuse.

Y me miraste en él mismada
mientras sus manos no te tocaban
ni sus ojos se extasiaban en la belleza de tu cintura
                    por ser sánscrito
cuando sólo tú, mi morena frustración
sin el ímpetu de tu control
                    con su debilidad
le seguías coqueteando en la pelvis como una serpiente
en plena intención de constricción
a las orillas de un ratón atormentado.

Y me miraste perpleja desde el tálamo cuerino
roído por el ritual
                    me miraron
y no fui capaz de celebrarte en tu muerte
(o en la resurrección de tu primera vez)
resintiéndome en mis propias oraciones
de banal espectador.


Jaime Antonio Guzmán