El Escape de las Palomas
Los perros ladran y las palomas
vuelan en el terror de sus desventuras
porque los perros ladran de juguetones brutos
en medio de la plaza
pero ellas no lo saben
y en sus costumbres
huyen a los cielos aleteando desconfiadas.
Ay, palomas histéricas
cualquiera las pensaría en Crisis de Pánico
porque no comprenden que el temor a la muerte
que motiva la desesperación de sus huidas
en sus arrullos quejumbrosos
han sido para la sobrevivencia una necesidad
aun cuando los ladridos no sean
sino la tos de algún pequeño dolor.
sino la tos de algún pequeño dolor.
Pero ellas no lo saben
las palomas no lo saben y escapan.
las palomas no lo saben y escapan.
Jaime Antonio Guzmán